Bajo la dirección artística de Igor Yebra, el Ballet Nacional Sodre de Uruguay vuelve a colgar el cartel de ‘no hay entradas’ para El Cascanueces, con el que finaliza la temporada
El Auditorio Nacional de Montevideo acoge desde el día 20 hasta el 28 de diciembre El Cascanueces, clásico navideño por excelencia, que será interpretado por el Ballet Nacional Sodre (BNS), dirigido por Igor Yebra. La versión coreográfica de Silvia Bazilis contará también con la colaboración de la Orquesta Juvenil y el Coro de Niños del Sodre. Hace días que colgó el cartel de ‘no hay entradas’ para las siete funciones programadas, estando destinada la recaudación del día 26 de diciembre a la Fundación de Amigos del Pereira Rossell. Para finalizar el año y la temporada, el BNS ofrecerá una función de El lago de los cisnes (suite) -en la versión de Raúl Candal-, en la Fundación Pablo Atchugarry, en Punta del Este, el 29 de diciembre.
El argumento. En Navidades, la familia Stahlbaum da una fiesta a sus hijos Clara y Fritz. El señor Drosselmeyer llega con regalos para los niños. A Clara le regala un cascanueces en forma de soldadito. Fritz, celoso del presente, lo rompe, siendo recompuesto por Drosselmeyer. Llega la noche, Clara se duerme con su regalo. De repente, los juguetes cobran vida. Se desata la guerra entre los soldaditos de plomo y el ejército de ratones. El Cascanueces se queda solo contra los ratones, momento en el que el mago Drosselmeyer ofrece una vela a Clara, para ahuyentar a los ratones. El Cascanueces se transforma en un apuesto príncipe. En el segundo acto, Clara y el príncipe desembarcan en el Reino de los árboles de Navidad y de los dulces. Este viaje se convierte en un gran divertimento para celebrar que el Príncipe ha vencido al Rey de los Ratones. Sin embargo, todo ha sido un sueño del que Clara despertará con un dulce recuerdo.
El ballet El Cascanueces. La obra El Cascanueces fue estrenada el 5 de diciembre de 1892 en el majestuoso Teatro Mariinsky de San Petersburgo. Concebido como un ballet de dos actos, la coreografía fue firmada por Lev Ivanov, correspondiendo el libreto a Marius Petipa y por su parte, la música fue realizada por Piotr Ilich Tchaikovsky. Este ballet está inspirado en el famoso cuento de E.T.A. Hoffman El Cascanueces y el Rey de los Ratones (1819).