Bajo la dirección artística de Igor Yebra, la compañía uruguaya estrena la exitosa pieza que el coreógrafo Mauricio Wainrot creó hace dos décadas

El coreógrafo Mauricio Wainrot rodeado del equipo del BNS, entre ellos, Igor Yebra. © Luis Falduti.

Los caminos de Mauricio Wainrot y del Ballet Nacional Sodre de Uruguay se vuelven a encontrar por tercera vez tras sus éxitos previos con Un tranvía llamado deseo y El Mesías. La cita, en esta ocasión, es con Carmina Burana, obra estrenada por el Real Ballet de Flandes en 1998. Del 21 de marzo hasta el 5 de abril, el Auditorio Nacional del Sodre acoge las funciones con las que el BNS, bajo la dirección artística de Igor Yebra, arranca la temporada 2019. Además contará con la participación de la Ossodre, cuya batuta ostenta Diego Naser, y el Coro Nacional del Sodre. El espectáculo del viernes 28 de marzo será a beneficio de la Fundación Fe y Alegría Uruguay, mientras que la víspera habrá una función matinal dentro del programa educativo y social.

La obra. La impactante partitura fue compuesta por Carl Orff en 1937, inspirado en los manuscritos del siglo XIII hallado en un monasterio bávaro a comienzos en 1803. El amor en sus múltiples facetas y la rueda de la fortuna son los dos ejes principales de la obra: desde el amor inocente hasta el erotismo explícito, desde la belleza de la naturaleza a la mortalidad humana, todo ello marcado por el poder del destino y lo efímero de la vida del hombre. Carmina Burana aúna danza con música instrumental y coral, para que el público se sumerja en un mundo de pasión ardiente, poder dramático y espiritualidad elevada.

Información de prensa→ BNS-Carmina Burana

El BNS durante los ensayos de «Carmina Burana», en el Auditorio Nacional del Sodre, 15 Marzo 2019. © Luis Falduti/BNS.